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El Salvador - Page 8

  • Bienvenido Presidente Barack Obama

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    Caralvá

    Quizás es tiempo de ver al mundo sin guerras ideológicas o  sin la intervención militar que predominó durante el siglo XX en el planeta. De ser así, bajo la óptica del mundo sin conflagraciones mundiales, poseemos un mundo desnudo con grandes diferencias capitalistas, plagado de problemas que pueden resumirse en: pobreza de todos los tipos.´


    Nuestra nación puede no ser importante en el concierto internacional, pero aspira después de la guerra civil a una paz social que jamás existió en su vida republicana, puesto que los actores políticos gozan del reconocimiento legal en toda la línea y los  otrora “insurgentes” son los legítimos gobernantes constitucionales.


    La  fantástica reunión entre el presidente de los Estados Unidos de América y los opositores políticos hace algunas décadas, era un chiste y malo por cierto;  no obstante, ahora en pocos días, veremos una escena surrealista que haría levitar de emoción a no pocos incrédulos, un gobierno de izquierda que recibe con honores al presidente Barack Obama.
    Pero la guía de nuestra realidad en el evento político del año, debe considerarse bajo la óptica de nuestra historia, condición que nos permite medir realidades y no esquemas idealistas.


    La historia nacional nos muestra que la cercanía de Estados Unidos y su presencia en nuestra nación, tiene una variedad de opciones:  desde tratados de amistad hasta políticas de apoyo militar a las dictaduras de la segunda mitad del siglo XX, pasando por políticas de desarrollo local, tratado de libre comercio, trabajos temporales para emigrantes salvadoreños etc. de igual manera el entrenamiento de fuerzas militares especiales que reprimieron a opositores demócratas en los años setentas y ochentas.


    Generaciones de salvadoreños gritaron en las plazas públicas: “Muera el imperialismo yanky” o “Viva Vietnam”, “Gringo Go Home”.. y otras. No obstante, existió un notable presidente llamado James Carter que impulsó la política de los Derechos Humanos en el continente americano, aquella condición novedosa cambió la perspectiva de muchos latinoamericanos y en nuestra nación propició el giro hacia la democracia; pero desafortunadamente no fue reelecto y con la administración de Ronald Reagan la opción militar fue el pan de todos los días. La presencia de las siguientes administraciones norteamericanas no motivo mayores expectativas, excepto una que silenciosamente propició el desarrollo local, el Fondo Iniciativa de las Américas para El Salvador (FIAES) en los años noventa, un fideicomiso de $50 millones destinado a los proyectos de organizaciones no gubernamentales, el cual ha significa un verdadero avance en muchos niveles, los cuales son medibles a casi dos décadas de su inicio. En este rubro también FOMILENIO El Salvador es la acción que puede marcar la diferencia nacional en los siguientes veinte años.


     En pocas palabras, Estados Unidos tiene una historia de fuerza militar e intervenciones locales durante muchos años, pero también es el factor decisivo en el desarrollo y estabilidad democrática nacional. Solicitar que Estados Unidos no apoye los golpes militares puede ser un objetivo específico y que la democracia se prolongue unos 100 años es nuestro mejor sueño…Presidente Barack Obama bienvenido, acá hay buen café, con gusto le invitaré, una mañana que usted considere oportuno…de no ser posible será en su próximo viaje para celebrar su reelección.

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  • Relación Económica Social

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    Caralvá

     

    El desempleo en la nación es una constante en los últimos años, solo el año 2010, el ISSS reporta 10 mil empleos perdidos, este fenómeno se repite a escala mundial, pero recuerda a una nación como España que el último trimestre del 2010 alcanzó una tasa del 20.3% , la peor  en los últimos 13 años, según agencias internacionales.

    Con las enormes diferencias entre España y El Salvador, una situación particular llama la atención sobre  el proyecto  de la reforma al sistema de pensiones que prevé un retraso en la edad de jubilaciones desde los 65 a los 67 años. Según los cables internacionales: “El proyecto qué deberá ser ratificado por las cámaras legislativas, contó con el acuerdo de los sindicatos mayoritarios, de izquierdas y la patronal de empresarios tras casi tres meses de arduas negociaciones”.

    Desempleo, negociaciones, parlamento ¿por qué no podemos hacer lo mismo? Cualquiera que sean las variables por ejemplo: generar asocios públicos-privados, reducir endeudamiento, incentivo a las exportaciones, reducción de la delincuencia etc.

    La discusión de cualquier problema y su solución es parte del juego capitalista, quizás el elemento estratégico pase por la modernización del Estado y los modelos económicos, condición que resulta un poco complicada por las potenciales opciones a seguir en los próximos años, pero cualquiera que sea el caso, la  modernización es un camino sin fin, es una inmensa carretera que apunta hacia la internacionalización económica y la integración regional  tanto en el esfuerzo productivo como la concertación permanente de los sectores nacionales. 

    Pero la modernización también se refiere a las empresas, puesto que ellas adquieren nuevas formas administrativas, tecnológicas e innovaciones. El sector privado no debe autoexcluirse en la construcción de las  relaciones estratégicas hacia la armonía  entre los trabajadores y la administración gubernamental.

    Bajo estas premisas el enorme desafío para nuestra sociedad es crear empleos con mayor remuneración e incorporar a la economía a los crecientes sectores informales.

    Quizás el futuro hable de alianzas en lugar de batallas solitarias contra dragones imaginarios.

    De tal forma que participar en alianzas hacia el desarrollo nacional, sea la guía de coincidencia hacia objetivos coincidentes en nuestra nación.

    En América Latina en los últimos 40 años, los gobiernos regionales han cambiado sus formas económicas con opciones de derecha e izquierda, pero cualquiera que sea el caso, el modelo capitalista ha demostrado ser más fuerte que las posiciones ideológicas, nosotros no somos la excepción y nadie puede negar la posibilidad que en las próximas elecciones presidenciales, la izquierda repita su triunfo con igual o superior margen de electores.

    Bajo estas formas de realidad, los puntos de coincidencia entre el sector privado, el sector de los trabajadores y el sector gubernamental deben ser potenciados antes que las diferencias. ¿Existirán puntos de encuentro entre el sector privado y la actual administración gubernamental? Ocupando la fórmula anterior; por ejemplo: “impuestos, negociación, parlamento”… en realidad han existido problemas mayores, pero la nación ha salido adelante.

    Alianza económica social, podría ser una buena plataforma de encuentro entre la iniciativa privada y el poder ejecutivo, puesto que el desafío regional e internacional avanza más rápido que las diferencias entre sectores nacionales.

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  • En (contra la) Democracia

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    Caralvá

     

    Un estado democrático permite la libertad de expresión en sus diversas modalidades, la mejor prueba de estas condiciones se puede observar en los medios de comunicación, donde consta ese racimo de multimedios que los ciudadanos tienen a disposición para sus expresiones.

    La libertad además esta asociada a la propiedad privada, puesto que indiscutiblemente vivimos dentro del modelo capitalista, el cual permite esquemas de realización bajo leyes nacionales e internacionales.

    Esta situación capitalista entre propiedad privada y libertad irradia todo el quehacer social.

    Efectivamente poseemos enormes redes sociales con medios informáticos, pero estas continúan siendo ajenas, en otras palabras la revolución de comunicaciones es una revolución de medios privados, que se deben tomar en cuenta mientras disfrutemos de la democracia bajo el concepto que el arte de la política significa el rigor de la sociedad posible, no la nación soñada en nuestras mentes y bajo condición que la democracia dure al menos cuatro generaciones.

    Las redes sociales, las telecomunicaciones, la disponibilidad de sitios de reunión, la libre circulación por el territorio nacional, la correspondencia, la libertad de asociación ciudadana son algunas de las instancias que cualquier ciudadano tiene a su disposición para hacer visibles sus opiniones personales o civiles.

    No obstante algunos sectores de nuestra sociedad no comprenden el momento histórico y privilegiado que vive la nación, parece que las huelgas son el primer recurso sindical y las acciones violentas son el primer punto de agenda para solucionar las diferencias entre trabajadores y empresas, o dentro de los modelos institucionales, sin percibir que el daño a terceras personas al paralizar labores como medida de presión es innecesario y delictivo.

    El punto de las huelgas no es si son justas o no, puesto que serán evaluadas como correctas o incorrectas en su momento histórico, un ejemplo reseñado en La Revista:  La Universidad No. 6, de 1971, el artículo: La crisis de 1929 y sus consecuencias en los años posteriores, año 1931 en la administración del Ingeniero Enrique Araujo: “el Partido (Liberal) que llevó al poder al ingeniero  Araujo, no dispensa, por ahora,  tal simpatía ni tal acatamiento  a la política del actual gobierno” su propio partido organizó manifestaciones en su contra debilitando su apoyo social y facilitando el Golpe de Estado en diciembre de 1931; más recientemente en la historia nacional algunos movimientos populares también cometieron errores al precipitar acontecimientos en lugar de consolidar la democracia, ejemplo en 1979 con el Golpe de Estado efectuado por la Juventud Militar e instalación de la primera Junta de Gobierno, aquella primera oportunidad de solución política fracasó y precipitó la guerra civil en los siguientes 12 años.

    Las huelgas en democracia tienen carácter saludable porque humanizan el capitalismo, estas huelgas se cuidan de dañar a terceros, mientras las huelgas que están contra del modelo confunden los movimientos sociales con fuerzas de intervención contra la democracia y propician el retorno al autoritarismo.

    El momento histórico otorga la oportunidad de construir la democracia, donde el presidente de la República es el generador de consensos nacionales, su partido es el encargado de apoyar estos eventos, mientras las instituciones funcionan plenamente.

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  • La sociedad y su modelo económico en el siglo XXI

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    Caralvá

     

    Durante el siglo XX nuestra sociedad sufrió cambios económicos que afectaron la vida de miles de ciudadanos, todos estos cambios dentro del modelo capitalista o las modas imperantes en cada época. La nación sufre su más significativo cambio a partir de 1932 cuando acontece la ruptura  constitucional que afectará los siguientes cincuenta años, al  instaurarse el autoritarismo y los golpes de estado.

    A partir de 1992 el Acuerdo de Paz, inicia una nueva época que intenta consolidar la democracia hacia el siglo XXI, pero existen diversas modalidades que pueden ser el detonante de nuevas fricciones nacionales, entre ellas las reformas constitucionales, la elección independiente de sus representantes o la reelección del presidente de la República.

    La historia del siglo XX nos muestra la democracia latinoamericana con altibajos de todo tipo, pero al menos dos naciones permanecen estables: México y Costa Rica, naciones que nos muestran signos de notables avances sociales, tanto en la movilidad social, como en la solución de sus conflictos internos. Desafortunadamente el surgimiento del fenómeno del narcotráfico amenaza con abrir un nuevo escenario a considerarse en las expresiones de gobernabilidad y por lo tanto en el modelo democrático, puesto que el poder del dinero compra la voluntad de algunos políticos o servidores públicos.

    El caso de la opción democrática en El Salvador, ya no solo debería residir en la clase política que toma decisiones a nombre de los ciudadanos por la delegación constitucional, sino por el pueblo en general, que se ve afectado directamente con las tendencias de los organismos internacionales, así como por factores internos de emigración, desempleo, seguridad, narcotráfico, crimen organizado etc. que inciden en las familias de los trabajadores. El verdadero nudo democrático reside en que los funcionarios públicos rindan informes a sus electores y los electores estén representados en la decisiones de los funcionario públicos durante los períodos legales de sus mandatos constitucionales, tanto para alcaldes, diputados o poder ejecutivo; este vacío constitucional es el divorcio de las realidades entre la clase política y sus electores.

    La tragedia de nuestra nación es que  cada sector o grupo social tiene su particular criterio democrático, así en el siglo XX prevaleció la democracia al estilo militar, en ciertos momentos la democracia cafetalera, industrial o financiera, posteriormente se instauró un modelo neoliberal que agotó la agricultura e impulsó la modernización del Estado, todos estos grandes eventos  no pasaron por la decisión de las multitudes, porque solo fue decidido en las cúpulas de la clase política. La propuesta entonces  para los siguientes años debe ser que el concepto democrático y sus efectos económicos estén incluidos en la racionalidad pública más allá de una administración de cualquier partido político y definir con exactitud en la constitución que la propiedad privada no se opone al criterio social, pero si se opone al criterio colectivo.

    Cuando se aplicó un concepto democrático y su desarrollo económico, nadie protestó por ello, porque solo son visibles sus efectos, ahí están los márgenes de distribución de la riqueza y nadie se extraña por los niños de la calle o los emigrantes ¿acaso es mucho pedir una definición del modelo democrático y la economía? ¿Acaso la ciudadanía no es la que pagará por las deudas de sus funcionarios o sus erróneos modelos económicos?

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  • 2011 Bicentenarios y otras fechas

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    Caralvá

    El Bicentenario de nuestro primer moviendo social a favor de la Independencia de España, tiene diversas connotaciones, sus lecturas son diversas pero debemos reconocer que las interpretaciones han sido utilizadas como instrumentos de lecturas del poder, de esta forma durante el siglo XX no se reconoció la existencia de nuestra etnia en los eventos del 4 y 5 de noviembre de 1811, de igual forma la participación de africanos en esas justas libertarias. En la nueva administración gubernamental de izquierda, esta fecha debe ser un encuentro de opiniones entre diversos sectores sociales. El tema histórico es un buen ejemplo para propuestas de investigación, por esta razón hablar de historia documentada connotará la riqueza cultural que poseemos; recordar que mucho antes de la colonización española, en nuestra tierras ya existían pueblos organizados con su propia historia, lengua e identidad.

    En la nación aún se preserva el náhuat y existen valiosos estudios no divulgados por diversas razones, pero pronto instituciones de educación superior impulsarán el redescubrimiento de mitos, tradiciones y excepcionales legados de la riqueza de nuestros pueblos originarios. La fecha es un signo oportuno para las diversas propuestas de investigaciones, en especial el año de 1811 que inicia el movimiento social que culmina en 1821. Centroamérica esta unida en estas efemérides junto a la República de Paraguay, Venezuela, Colombia, anotando que este año coincide con el 75 aniversario del Golpe Militar en España que termina en la guerra civil. Podríamos afirmar que la efemérides solo son palabras y no significan nada, que podrán pasar otros doscientos años e igual, pero no podemos olvidar que esos movimientos sociales significan en este momento parte de la identidad de millones de salvadoreños, que conforman una nación plurietnica, pluricultural y con lenguas originales anteriores a la colonización española, por lo cual debemos sentirnos orgullosos, nuestros grupos étnicos dieron origen a pueblos y ciudades entre nosotros. Al menos el Bicentenario potenciará la exposición de diversas temáticas olvidadas, así como las propuestas históricas sobre: composición étnica, motivos del movimiento independentista, estructuras coloniales, descomposición del imperio español, influencia francesa, vecindad del movimiento insurgente en México y  otros que pueden cambiar nuestra visión tradicional por nuevos aportes de las ciencias sociales.

    Estas fechas cargadas emotividad, no deben cegarnos para la comprensión que necesitamos sobre acciones precisas de aquel movimiento del 4 y 5 de noviembre de 1811, si los acontecimientos han sido idealizados o si es preciso re-escribirlos debe realizarse el ejercicio pertinente. Estas fechas marcan el aporte popular y su legado para Centroamérica. El Bicentenario será un bueno motivo para celebrar la amistad entre las naciones, puesto que comprender aquellos movimientos sociales es pronunciarse por nuestra vocación de pueblo en la historia y nuestra voluntad por una patria mejor en democracia.

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  • Salvaciones solubles con alivio inmediato

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    Caralvá

     

    Perdemos cada día la capacidad del asombro ante tanta barbarie delincuencial, con esta última palabra encerramos muchos de los aspectos criminales que a diario son noticias negativas de cualquier rango posible; nuestra sociedad hace mucho abandonó el concepto de vivir en paz y donde quiera que estemos es ineludible tomar nota de todo movimiento anormal, inclusive en nuestras propias áreas residenciales.

    Existe una verdadera migración interna hacia zonas consideradas seguras, cuando es posible el movimiento interno, cuando no lo es, las  familias se aferran a sus propiedades y resisten casi todos los males, puesto que las normas de convivencia entre vecinos no son las mismas, existen condiciones anormales entre vecinos, todo tipo de  perturbaciones es soportada bajo la condición de vivir en paz. Pero en ocasiones las felonías atentan contra la seguridad de las personas: tirar piedras, ruidos de altoparlantes, dañar vehículos, vehículos abandonados por meses, uso de estacionamientos por camiones de carga en zonas residenciales, conducción en alta velocidad cuando hay niños que juegan en la calles, etc., las condiciones de peligro escalan hacia acciones que fácilmente finalizan en daños personales y acciones jurídicas de diversos niveles.

    Este elemento de seguridad ciudadana ya no reside en la defensa de la democracia, sino en el momento de encuentro entre vecinos con sus agresores a la mitad de una calle, una iglesia, un restaurante etc.. Incontables sitios en todo nivel, casi parece que somos dibujados en mapas de temor, extorsión y toda la espiral ascendente de la fragilidad individual.

    Esta herencia podría ser el legado histórico de nuestra cultura deforme y excluyente, que camina hacia el cinismo social al observar con naturalidad las diferencias sociales sin tomar adecuadas prevenciones, tarde hemos comprendido que al condenar a sectores sociales a la marginación, esta acción significa para nosotros la misma receta morbosa.

    Si existe voluntad para solucionar esta postración social, debemos incluirla en  una agenda para varias  administraciones gubernamentales, debido a que la delincuencia ha fermentado en no menos de 15 años y además debemos considerar las derivaciones de estructuras mayores como el narcotráfico o el crimen organizado.

    Escuchamos tantas soluciones, asistimos a tantas propuestas que a cada paso nos venden salvaciones solubles con alivio inmediato, pero nada más lejano  a la realidad, si la población de reclusos sobrepasa los veinte mil, esa cifra podría significar otro número igual ó 3 veces mayor sin capturar; me parece que debemos abandonar soluciones fáciles y optar por el largo camino de “re-educar” a los “otros” que deseen cambiar su vida delictiva y este acontecimiento es posible si construimos un nuevo modelo educativo de largo plazo para las personas que delinquen. Es lamentable que menores de edad cometan delitos que antes eran patrimonio de los adultos, puesto que su vida entra en punto de colisión con las leyes sociales y aunque suene ingenuo, a los menores de edad por su inmadurez en todo sentido, debería otorgárseles una pequeña ventana de oportunidad legal, enviándoles a centros de re-educación laborales, que permitan su reincorporación productiva. Pero a cada paso propuesto la “anti-utopía” emerge, en este caso, nuestra sociedad no tiene más que el proceso científico: “prueba y error”,  hasta que un día encontremos la fórmula menos traumática para liberar a los jóvenes de esa enfermedad,  a la luz de: más inteligencia, más prevención anti delictiva y más presupuesto para la seguridad nacional.

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  • La Historia en democracia

     

     

     

     

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    Caralvá

     

    Recientemente la publicación de un documental de la guerra civil salvadoreña,  ha detonado una serie de críticas de parte de sectores que participaron en el conflicto de los años ochentas que cuestionan la divulgación de esos materiales históricos.

    La Historia en su conjunto  será la piedra que edificará nuestra sociedad para los siguientes 100 años,   Historia que debe ser herramienta de estudio y  la vocación  nacional en su proyección, pero si es negada también puede ser la generadora de nuevos conflictos,  puesto que cada sector optará por la defensa de sus intereses y no por la interpretación que originó tal evento.

    La Historia Nacional nunca ha sido cuestionada porque siempre ha existido una política oficial para interpretar cada evento, de tal forma que la divulgación de los acontecimientos  ha colocado a los actores principales  como: Héroes y Villanos, buenos y malos, los defensores de la libertad y los arquetipos de la esclavitud... etc.

    Esta concepción ha sido producto de la concepción capitalista versus el comunismo,  en El Salvador  se origina en el siglo pasado que califica a partir de los años 30 de comunistas a todo opositor,  así iniciamos una historia ideológica que ha dividido profundamente a los salvadoreños entre comunistas y anticomunistas  o si lo prefieren entre amigos y enemigos, un lenguaje que tuvo su máxima expresión en los años ochenta en el esplendor de la guerra fría entre las potencias nucleares.

    Pero la historia en ese sentido no solo es impulsada por la derecha, también la izquierda ha optado por divulgar su propia historia desde los años treinta.  No existe una concepción única de la Historia sino varias, al menos dos en franca oposición, que como hermanos gemelos enemigos coinciden por su forma ideológica contrapuesta.

    Ambas lecturas de la historia se excluyen y combaten de tal forma que discutir de historia es una exhibición de esgrima entre lineamientos ideológicos y filiaciones  partidarias,  porque a cada paso de la historia actual existen errores y aciertos;   en nuestra nación existe monumentos que levantan hasta el cielo obeliscos de anticomunistas y en otros nombres comunistas célebres; en cada monumento  se efectúan actos memoriales según la ocasión, pero nos señala la profunda división de visión histórica en la postguerra y en democracia.

    Existen casos donde la condición de héroe y villano se intercambia según el tiempo de la guerra,  al igual que el giro político de las estructuras partidarias.

    Pero en tiempos democráticos y postguerra, elevar la condición de la Historia hacia la comprensión de los eventos y no como instrumentos de aniquilación de enemigos debe ser el objetivo, necesitamos una Historia Nacional que rescate a nuestra etnia calificada desde los años 30 de comunista, necesitamos comprender que los sangrientos eventos de la guerra civil no concluyeron en victorias o derrotas, sino en el Acuerdo de Paz que construye un nuevo modelo de legalidad, tolerancia y respeto por las opiniones de los adversarios.

    La construcción de la Historia no puede continuar repitiendo leyendas de la guerra fría entre comunistas  y anticomunistas, por esa razón debemos avanzar hacia una nueva historia democrática entre ciudadanos.

     Abrir un debate nacional sobre la sociedad de preguerra, guerra y postguerra eliminando los signos ideológicos para enfrentar los problemas que lo motivaron es el camino hacia nuestra comprensión de nación en paz.

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